Cada 30 de julio, en pleno invierno, en los hogares chilenos celebramos uno de los platos más queridos y reconfortantes del país: la cazuela.
Esta fecha, reconocida como el Día Nacional de la Cazuela, nos invita a disfrutar de un buen plato caliente, rindiendo homenaje a una preparación profundamente arraigada en nuestra identidad culinaria.
Un plato con historia
El origen de la cazuela se remonta a la época colonial, como una fusión entre el caldo español y los ingredientes locales que ofrecía el territorio chileno. Inspirada en platos como el “cocido” o el “puchero”, fue adaptándose al paladar criollo hasta transformarse en un símbolo de la cocina casera nacional.

La cazuela logró conquistar a las familias chilenas por su sabor y por su capacidad de reunirlas en torno al fuego, compartiendo una comida nutritiva, sabrosa, versátil y generosa. Con el tiempo, cada región del país fue dándole su propio sello, incorporando ingredientes autóctonos y versiones únicas.
Variedades para todos los gustos
Aunque la cazuela tradicional se elabora con carne de vacuno (como osobuco) o pollo de campo o gallina, las variantes son tantas como cocineros existen en Chile:
Cazuela de vacuno: La más popular, con cortes que se cocinan lentamente hasta volverse tiernos.
Cazuela de ave: Ligera y sabrosa, común en hogares rurales y también en versiones con gallina de campo e incluso pavo.
Cazuela de cerdo: Especialmente, en el sur de Chile, donde se aprovechan cortes como el costillar o la chuleta ahumada.

Cazuela vegetariana o vegana: Con porotos verdes, zapallo camote, papas, choclo y aliños criollos, ha ganado espacio en menús más inclusivos.
Cazuela marina: En zonas costeras, incluye pescados como la reineta o mariscos, fusionando mar y tierra en el mismo plato.
Todas las versiones comparten una base común: un caldo sustancioso, papas, zapallo, arroz o chuchoca, choclo, zanahoria y a veces porotos verdes o repollo, aliñado con ajo, orégano, sal, pimienta, y sellando el emplatado con cilantro o perejil picado.
Un plato lleno de beneficios
Más allá de su valor identitario, simbólico y emocional, la cazuela es un plato altamente nutritivo por ser una preparación hidratante y reconfortante, ideal para los meses fríos.
También es fuente natural de proteínas, gracias a las carnes utilizadas, y rica en vitaminas y minerales, por la variedad de verduras y el caldo concentrado.


Es fácil de digerir y excelente como recuperación tras enfermedades o malestares estomacales y, otro dato importante: es bajo en grasas si se prepara con carnes magras, lo que la hace compatible con una dieta balanceada.
Además, su preparación es una lección de cocina lenta, preparada con paciencia y cariño, lo que convierte a la cazuela en una verdadera expresión de amor culinario.
Receta de Cazuela de Pollo (4 personas)
Sebastián Lizama, maestro parrillero de Eventos de Fuego, señala que “la clave de una rica cazuela está en utilizar materia prima fresca, preparar un buen sofrito con vino blanco y dorar bien el pollo para potenciar el sabor del caldo”.

También, el experto recomienda “cocinar las papas aparte y hacer el caldo con las carcasas asadas, ya que garantiza un sabor profundo y una mayor duración del plato. Estos tips permiten que la cazuela no sólo sea deliciosa, sino también una receta que se puede disfrutar por más días, conservando su calidad y sabor”.
Ingredientes
-4 presas de pollo truto entero
3 cucharadas de aceite
1 carcasa de la pechuga de pollo
1 cucharadita de ají color
1/2 cucharadita de orégano
250 gr de zanahoria rallada
1/2 pimentón rojo cortado en juliana
5 papas medianas peladas
5 trozos de choclo
5 trozos de zapallo (aprox de 100 gr cada uno)
1 diente de ajo
1 cebolla chica picada fina
1/2 taza de porotos verdes cortados en juliana
1/2 taza de arroz
40 gr de cilantro
Preparación:
En una olla, agregar las carcasas de pollo con abundante agua hasta hervir por 1 hora y obtener el caldo de pollo que ocuparemos para nuestra preparación.
Utilizar otra olla para calentar el aceite a fuego medio. Agregar la cebolla y cocinar por 5 a 6 minutos sin que se dore. Agregar el pollo y cocinar por 6 a 8 minutos o hasta dorar por todos los lados.
Agregar ají color, orégano y ajo picado. Revolver para mezclar.
Añadir los pimentones, papas, zapallo, choclo y zanahoria. Revolver y agregar sal a gusto.
Incorporar el caldo de las carcasas de pollo que se hizo al principio. Hervir la mezcla a fuego alto, reducir el calor y cocinar semi-tapado durante 15 minutos. Luego, agregar el arroz y dejarlo cocinar por 15 minutos más. Si se seca, se sugiere agregar más agua.
A último momento agregar los porotos verdes y cocinar por 5 minutos más o bien hasta que las papas estén cocidas. Revolver de vez en cuando.
Servir bien caliente y espolvorear con cilantro cortado en juliana.
Celebrar con una buena cazuela
Este 30 de julio, ya sea en casa, en un restaurante típico o en una picada de barrio, no pierdas la oportunidad de celebrar con una buena cazuela. Acompáñala con pebre, pancito, ají verde y una copa de vino tinto para completar la experiencia.
Porque no hay invierno sin cazuela, y no hay Chile sin este plato que nos representa, une y alimenta desde hace generaciones.