La forma en que se prepara el té influye en sus beneficios para la salud. La recomendación es tomarlo puro o inclinarse por ingredientes naturales como limón, jengibre o menta.
El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo, pero no siempre lo tomamos igual. Algunos lo prefieren puro, otros lo suavizan con leche, y están quienes no conciben una taza sin una cucharadita de azúcar. Lo interesante es que estas elecciones no son solo cuestión de gusto: también pueden influir en los beneficios que esta infusión milenaria aporta a la salud.
Los antioxidantes que contiene el té —en especial los polifenoles o flavonoides— actúan contra los radicales libres, ayudando a proteger el corazón, mejorar la circulación y retrasar el envejecimiento celular, entre otros beneficios. Además, son los que entregan aroma y sabor a cada variedad. Pero ¿qué ocurre cuando añadimos otros ingredientes a la taza?
En el caso de la leche, Cristian Pastene, Tea Trainer y representante de Dilmah en LATAM, sostiene que “hay algunos estudios sugieren que las proteínas de la leche pueden reducir la absorción de antioxidantes como las catequinas, clave en los beneficios del té. Por eso, quienes buscan aprovechar al máximo sus propiedades suelen preferirlo puro”.


El experto agrega: “sabemos que a los chilenos les encanta ponerle leche al té y es algo muy común en su consumo diario, siendo una opción totalmente válida, especialmente en tés negros fuertes. En ese caso, la recomendación es incorporar leche caliente en pequeñas cantidades, y evitar la leche fría, porque enfría rápidamente la infusión y altera su sabor”.
En cuanto al azúcar, el panorama es distinto. Si bien los estudios no aseguran que elimine las propiedades del té, sí precisan que le resta puntos a su perfil saludable. “Una cucharadita suma calorías vacías y, con el tiempo, puede afectar a quienes buscan cuidar su peso o mantener estable la glicemia. En el caso particular de pacientes diabéticos, se recomienda controlar su consumo”, advierte Pastene.
La buena noticia es que existen alternativas más equilibradas. Pastene indica que la mejor alternativa es optar por ingredientes naturales, como miel o incluso frutas que endulzan de forma natural.
“Hoy contamos con una innumerable variedad de opciones para acompañar tu taza de té sin perder los beneficios de esta bebida que nos regala la naturaleza. Por ejemplo, se puede mezclar con jengibre, que estimula la digestión; con limón, que refuerza la vitamina C; o añadir un toque de canela y menta”, concluye el experto de Dilmah.
En definitiva, la clave está en el equilibrio: así, cada taza se transforma en un momento de placer que une sabor, tradición y bienestar.
Imagen portada Tthought Catalog
** Este contenido en patrocinado por Dilmah.