El productor Víctor Castellón, fundador de Viña Castellón, acaba de lograr un hecho histórico para la vitivinicultura nacional: el registro oficial en el Catastro Vitícola de Chile de un conjunto de cepas criollas- Castellón Noir y Castellón Blanc- únicas en el mundo, descubiertas y conservadas en su viñedo ubicado en el corazón del Valle del Itata.

Estas vides, que crecen sin portainjertos y con raíces propias, son el resultado de siglos de adaptación al secano, donde la vid se ha moldeado naturalmente al clima, al suelo y a la cultura del territorio. El hallazgo y registro de estas variedades constituyen un aporte patrimonial invaluable, que refuerza la identidad del Itata como la cuna de la vitivinicultura chilena.
“Estas cepas son parte de nuestra historia viva; representan la sabiduría de la tierra y la herencia de quienes cultivaron antes que nosotros”, señaló Víctor Castellón, destacando el valor de preservar este material genético único para las futuras generaciones.
Con este reconocimiento, Viña Castellón reafirma su compromiso con la tradición, la biodiversidad y la innovación sustentable, proyectando al Valle del Itata como un territorio de singular riqueza y origen en el mapa vitivinícola mundial.
Por Víctor Castellón.